Si te pidiésemos imaginar un espacio donde descansar, recuperar fuerzas y relajarte, es probable que añadas algún elemento verde a tu diseño mental. Elementos como plantas, flores y árboles son comunes en nuestro imaginario colectivo. No importa si esta pregunta la responde un habitante de los trópicos o uno del desierto: como humanos, nuestro bienestar está ligado a la naturaleza. Quizá porque reconocemos como propios sus elementos, sus propiedades y su destino
Somos seres vivos en un planeta vivo e interconectado
Para los arquitectos y diseñadores, la tendencia de los últimos años refleja la necesidad de estructurar espacios naturales en nuestro día a día. La importancia de impedir la alienación artificial, ha inspirado espacios de gran interés estético y anímico
Este movimiento de integración con la naturaleza se deriva del concepto biofilia popularizado por el biólogo, entomólogo e investigador Eduard O. Wilson, quien a su vez instaurara nociones de gran valor como la sociobiología, la biogeografía y la biodiversidad. En su libro Biophilia, Wilson resalta la atracción natural de los humanos hacia los elementos de la naturaleza, que se sostiene a través de una constante reproducción de estructuras naturales en la cotidianidad. El diseño biofílico toma de allí su inspiración por la que arquitectos, paisajistas y diseñadores dotan de elementos naturales sus creaciones, entendidas como extensiones del plano natural en nuestra realidad cultural
La ilusión está en suponer que esta relación debe ser forzada, construida o manipulada. Cuando los diseños son apegados a la naturaleza de las cosas, no hacemos sino reconocer el puente identitario más real que tenemos
El diseño biofílico no implica llenar nuestros hogares y centros de trabajo de plantas y flores; su propuesta recrea las fuerzas de la naturaleza en los espacios donde habitamos, por lo que no ha de constreñirse a espacios de interior. Los espacios públicos (terrazas, paseos, fachadas, comercios, hospitales, colegios) también pueden aplicar estos principios de urbanismo biofílico
Emociones y naturaleza
No es casualidad que el movimiento naturalista tenga una representación importante en centros de salud como en el caso del Hospital Khoo Teck Puat en Singapur.
O en el centro de apoyo emocional para pacientes con cáncer Maggie’s Leeds en Yorkshire Inglaterra.
Algunos colegios también han añadido principios de biofilia para generar espacios adecuados para el estudio, como lo es el Green School de Bali
Hay un consenso al afirmar que este diseño apegado a los valores de la naturaleza se encuentra en sus primeros pasos, por lo que seguro no tardaremos en conocer más ideas excitantes